sábado, 23 de septiembre de 2017

The Expanse : Guerra Fría en el Sistema Solar


Ya hacía bastante tiempo que una serie de ciencia ficción no conseguía llamar mi atención, principalmente porque para mí es un género que, por regla general, solo me atrae en formato película, que suele contar con un presupuesto superior al de los seriales. Pues bien, a día de hoy, puedo decir que 'The Expanse' está llamada a ser una de las mejores series de este género, una verdadera space-opera con grandes dosis de thriller político, acción y, sobre todo, con un trasfondo con grandes posibilidades de explotación.


Pero... ¿qué tiene de especial esta serie para ganar cada vez más adeptos de forma silenciosa, sin llegar a tener ni el marketing ni el abultado presupuesto de otras series del momento como Juego de Tronos?

La primera razón de peso es que el universo tecnológico que han concebido los autores de esta saga (que como veremos más adelante arrancó como una novela) transmite la sensación de ser mucho más tangible y realista desde la perspectiva de nuestro mundo actual. En otras palabras : olvídate de viajes interestelares a la velocidad de la luz con desfases temporales para volverse loco, agujeros de gusano tremendamente inestables o motores de salto a la hipervelocidad (perdóname, George Lucas).... Aquí la trama se desarrolla en un futuro relativamente cercano, dentro de 200 años, cuando tras colonizar progresivamente la Luna, Marte y los planetas interiores,  el ser humano consigue expandirse por todo el Sistema Solar gracias a la aparición de un revolucionario motor diseñado por el científico Solomon Epstein (nombre cool donde los haya),  que proporciona una aceleración mantenida que permite alcanzar una fracción marginal (palabra clave aquí) de la velocidad de luz, con un consumo de combustible mínimo.

Gracias a esta nueva tecnología, el hombre consigue colonizar el resto de planetas del Sistema Solar y, en especial, el Cinturón de Asteroides, con base principal en el planeta enano Ceres, accediendo así a la enorme cantidad de recursos (agua, minerales, metales) que proporcionan los asteroides que pueblan esa zona.

Y aquí es donde llega la segunda buena razón para ver esta serie : su carácter de thriller político. Debido a esta expansión arriba descrita,  surgen 3 grandes facciones : la Tierra, que se sigue considerando a sí misma como el epicentro de poder y cultura del Sistema Solar, con Naciones Unidas a la cabeza; Marte, una colonia originalmente  compuesta por científicos y que, debido a sus desavenencias con la Tierra, se ve forzada a convertirse en una república fuertemente militarizada; y finalmente el Cinturón, cuyos habitantes se autodenominan belters (cinturianos en la novela, cinturonianos en la serie) y que podrían considerarse el equivalente a la clase obrera y marginal dentro del Sistema Solar : cientos de miles de mineros, pilotos, estibadores de muelles de carga y trabajadores en general que viven en colonias hacinadas, a baja gravedad y en condiciones que podriamos catalogar de tercermundistas. Debido a estas terribles condiciones de vida, aparecen diversas facciones terroristas que exigen la independencia del Cinturón y mejores condiciones de vida de sus habitantes.





Este es el escenario de partida de la serie, del que surgen tres hilos argumentales : un policía/detective nativo del Cinturón, Joseph Miller,  encargado de luchar contra el crimen organizado en Ceres, al que de improviso le asignan el caso de una activista desaparecida (Juliet Mao, alrededor de quien gira realmente toda la historia); un subcomandante de carguero recolector de hielo, James Holden, que de repente se va a ver envuelto en un grave incidente militar; y una secretaria de Naciones Unidas en la Tierra,Chrisjen Avasarala, acostumbrada a lidiar con conflictos políticos y a manejar los hilos en la sombra. Las tres historias convergen en un mismo punto : un conflicto interplanetario que amenaza con una guerra devastadora entre la Tierra y Marte y que evoca claramente a la situación vivida durante la Guerra Fría del siglo XX.

Particularmente me atrae mucho esa situación de tensión política constante que refleja la serie y, a la par, me parece algo muy plausible si verdaderamente el ser humano consigue colonizar otros planetas. Quien vea absurdo este argumento o crea  que el hombre habrá "evolucionado" lo suficiente dentro de dos siglos como para convivir pacíficamente fuera de nuestro mundo, es porque no se ha parado a echar un vistazo a la situación política actual : nadie podía pensar que a estas alturas de nuestra historia y después de lo vivido en el convulso siglo XX,  tendríamos a dos señores llamados Donald Trump y Kim Jong-Un al borde de hacernos entrar, incomprensiblemente, en otra guerra a gran escala.



En lo referente a la interpretación, para mi es en general bastante buena. Pese a que la inmensa mayoría son actores secundarios y que el único actor conocido es Thomas Jane (protagonista de 'El Castigador'), en general la plantilla cumple holgadamente con su cometido y consiguen un nivel de credibilidad importante, en especial la veterana de origen iraní Shohreh Aghdashloo, vista en 'House of Saddam' y 'Casa de Arena y Niebla'; que interpreta un papel de diplomática implacable que le viene como anillo al dedo.

Pero, volviendo al plano "científico", lo mejor con diferencia son los detalles de calidad tecnológicos, como comentaba al inicio del post, que te sumergen en la historia y añaden un alto nivel de credibilidad. Las enormes aceleraciones que proporcionan los cohetes Epstein no son "gratuitas", y el ser humano no está hecho para soportar fuerzas G tan elevadas, por lo que hay toda una linea de investigación en torno a medicamentos y drogas desarrollados para poder soportarlas. La navegación es otro de los aspectos más cuidados de la historia : en el espacio las naves y sondas no pueden simplemente girar como un avión en la Tierra, tal y como estamos acostumbrados a ver en otras películas; para frenar, las naves deben invertir su posición y proyectar el cohete en dirección contraria, mientras que el resto de maniobras de giro se realizan con propulsores laterales, como en la realidad. Podría seguir enumerando decenas de detalles que me encantan : los trajes espaciales, el diseño de las naves, el armamento y las tácticas de combate, el uso de drones, los dispositivos "móviles"del futuro y el equivalente a Internet... los autores han concebido un universo que, como decía, tiene mucha profundidad.

Autores, por cierto, que son dos y se esconden bajo un único pseudónimo : James S. A. Corey. La serie se basa en una saga de libros que arranca con "El Despertar del Leviatán", nominada para el Premio Hugo a la mejor novela en 2012 y al Premio Locus 2012 a la mejor novela de ciencia ficción y en cuya lectura estoy enfrascado ahora mismo. Como dato curioso, cabe destacar que "The Expanse" fue concebida inicialmente como el guión de un juego de rol online que compitiera con "World of Warcraft"... pero cuando ambos autores vieron las posibilidades que tenía la idea, decidieron desarrollarla en formato novela.

Por supuesto, como en toda serie de ciencia-ficción, hay detalles que no son científicamente correctos : la ausencia de sonido en el espacio no se refleja aquí (como en 'Gravity' o la imprescindible 'Interstellar'), aunque supongo que lo hacen para evitar el "choque" que supone para los espectadores; por otro lado, rodar escenas sin gravedad siempre es caro y complejo, pero en esta serie resuelven ese tema de una forma muy elegante : existen unas botas "magnéticas" que proporcionan adherencia para todo el cuerpo.
Echo de menos una mayor presencia de la robótica, en general, si bien se ve más reflejada en el aspecto de la inteligencia artificial de la que están dotados todos los dispositivos.



Mención especial para dos detalles que me han encantado : la nave protagonista principal (que podemos ver en la imagen superior) se llama "Rocinante", en un claro reconocimiento a la universalidad de la obra de "El Quijote", junto con otras referencias a la lengua castellana. Y, por si fuera poco, una de las naves marcianas se llama "Mark Watney", en clara alusión a la novela "The Martian" de Andy Weir... y es que los autores han reconocido recientemente que ambas novelas pertenecen al mismo universo y están interconectadas, por lo que en la serie Mark Watney sería el primer ciudadano marciano de la historia. 

En resumidas cuentas : una serie imprescindible, tanto si te gusta el género como si no, del que probablemente volveré a hablar en el blog.



**Todas las imágenes de esta entrada son propiedad de SyFy y se han utilizado sin ánimo de lucro.


























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